Era la quinta vez que tenía la misma pesadilla. La hora de dormir ya se había transformado en un suplicio terrorífico. ¡Claro! sobre todo si tienes sólo ocho años de edad.
En el sueño, Enrique siempre se veía reunido con sus seres queridos, todos se mostraban felices conversando sin prestarle mayor atención, hasta que de pronto uno a uno sus familiares comenzaban a voltearse hacia él y empezaban a emitir extraños sonidos similares a susurros espeluznantes, luego se le acercaban como pidiéndole ayuda con horribles gemidos. El niño trataba de correr pero sus piernas no le respondían por completo y sólo podía caminar con dificultad. Todos se transformaban en seres infrahumanos, todos menos su madre que siempre llegaba a abrazarlo al final para que todo el horror desapareciera.
La noche en que el sueño se repitió por sexta vez, Enrique se acostó en su pequeña cama sudando por el pavor y sin poder aguantar mucho tiempo se quedó dormido.
Esta vez Enrique apareció sentado en el sofá de su casa y todos sus familiares, excepto sus padres, estaban parados frente a él, ya transformados, mirándole con los ojos negros por completo. Enrique quiso gritar llamando a su madre pero la voz no le salió, bañado en lágrimas se levantó hacia la escalera para buscarla en el dormitorio. Los demás “seres queridos” sólo le siguieron con la mirada monstruosa, pero intensificaron los gemidos cada vez más.
Cuando alcanzó el rellano de la escalera, otro quejido más gutural llegó a sus oídos desde el segundo piso. Sus pequeñas piernas empezaron a tiritar. De improvisto apareció el rostro completamente desfigurado de su padre que se arrastraba hacia él con movimientos espasmódicos. Enrique cerró los ojos al filo del desmayo y continuó subiendo mientras sentía el roce de las manos de su “padre”. Por fin llegó al dormitorio y vio que su madre le esperaba con los brazos abiertos. Ahora si pudo correr y abrazarla, sin embargo los gemidos desde la escalera comenzaron a acercarse. La madre tomó a Enrique y se metió en la cama junto a él y abrazándolo con mayor fuerza bajo las frazadas le dijo:
En el sueño, Enrique siempre se veía reunido con sus seres queridos, todos se mostraban felices conversando sin prestarle mayor atención, hasta que de pronto uno a uno sus familiares comenzaban a voltearse hacia él y empezaban a emitir extraños sonidos similares a susurros espeluznantes, luego se le acercaban como pidiéndole ayuda con horribles gemidos. El niño trataba de correr pero sus piernas no le respondían por completo y sólo podía caminar con dificultad. Todos se transformaban en seres infrahumanos, todos menos su madre que siempre llegaba a abrazarlo al final para que todo el horror desapareciera.
La noche en que el sueño se repitió por sexta vez, Enrique se acostó en su pequeña cama sudando por el pavor y sin poder aguantar mucho tiempo se quedó dormido.
Esta vez Enrique apareció sentado en el sofá de su casa y todos sus familiares, excepto sus padres, estaban parados frente a él, ya transformados, mirándole con los ojos negros por completo. Enrique quiso gritar llamando a su madre pero la voz no le salió, bañado en lágrimas se levantó hacia la escalera para buscarla en el dormitorio. Los demás “seres queridos” sólo le siguieron con la mirada monstruosa, pero intensificaron los gemidos cada vez más.
Cuando alcanzó el rellano de la escalera, otro quejido más gutural llegó a sus oídos desde el segundo piso. Sus pequeñas piernas empezaron a tiritar. De improvisto apareció el rostro completamente desfigurado de su padre que se arrastraba hacia él con movimientos espasmódicos. Enrique cerró los ojos al filo del desmayo y continuó subiendo mientras sentía el roce de las manos de su “padre”. Por fin llegó al dormitorio y vio que su madre le esperaba con los brazos abiertos. Ahora si pudo correr y abrazarla, sin embargo los gemidos desde la escalera comenzaron a acercarse. La madre tomó a Enrique y se metió en la cama junto a él y abrazándolo con mayor fuerza bajo las frazadas le dijo:
-¡No temas, yo estoy contigo!-
Enrique cerró los ojos, se acurrucó junto a su madre y los horrores desaparecieron por completo.
Luego de unos minutos de tranquilidad la madre le susurró:
-¿Viste? Te dije que ¡YO! estoy contigo.
Enrique sintió un escalofrío en su espalda, lentamente subió la mirada y vio los ojos rojos y la sonrisa demoníaca de su “madre”.
9 comentarios:
chhhuuaaataa yo si sueño algo asi me cago de una... mas encima al final hasta la mamá se le transforma, mala cuea el cabro chico.
Buen blog me gustó la estetica terrorifica! mujujujuajua... jua... jua...jua
Guuaaaaa, esta re bueno!!!! Yo me pasaba esos rollos tupido y parejo cuando era chica. Y de grande aveces también. Algún día te cuento mis sueñor raros y mis experiencias medias para normales. DE VERDAD. es como para escribir un libro.
SALUDOS
Bueno esta claro que el buen Enrique era "un negrito de mierda", y cuando se remoja campeon??
Saludos!!!
Muy bueno!!! Siempre uno pone toda su confianza en su madre, cuando somos niños pensamos que con ella nada nos podra pasar... Es horrible esa sensacion de no poder gritar o no poder correr...
Salu2
amo tu trabajo
nada mas que eso
aparece isa !
beso
adeu
oooohhh ke gran blog!! Adoro los cuentos de terror como los ke cuenta el viejito en ISAT.
AAAaaaaAaHHH... me pongo en el lugar del niño ke HORROR!!
actualiza pronto con otra historia!
se me cuida
chao!!!
jajaja ke wenap...
ta bacán la historia, aunke igual confieso ke soy bien miedoso, cuando vi "el grito" soñé ke me pasaba lo mismo ke la mina cuando se tapa debajo de las sábanas y el fantasma aparece por abajo y se la lleva... :S
cuando me desperté, lo primero ke hice fue prender la luz T_T
cacha ke tengo los capítulos de "la dimensión desconocida", esa ke daban a principio de los 90 en el 13. Si kieres te dejo los torrens, o te paso los DVDs, pk igual son como 20G.
ya compadre... saludos
buena historia....pero mi mama cuando me despierta a gritos en la mañana es lejos lo mas terrorifico en el mundo....eso so da miedo hueon.......LEVANTATE!!!! FLOJO!!! SON LAS 11 DE LA MAÑANA!!!!! LEVANTATEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!!!! FLOJOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!
PD: SOY EL DANIEL...SOY COMO LA SECRETARIO DE MI HERMANO....JAJAJAJA....NO CREO Q PUBLIQUE MAS EN LA OTRA HUEADA...BUENO ESO.....Y BAÑATE!!!!....PQ APESTAS!!!!!....AJJAJAJAJA.
buenisimo maestro
que le pueo agragar nada pues
alimento pa mis ojasos!
cuidate
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